Bajo la batuta de Reinhard Goebel, maestro mítico de la renovación historicista, la Sinfónica de Tenerife ofrece un viaje que va desde el espíritu visionario de Monteverdi, al afán modernista en pleno barroco y culmina con la afirmación creativa de Beethoven.

Jean-Féry Rebel abre el concierto con Los elementos: el caos, una obra asombrosamente audaz para su tiempo, que retrata el desorden original del universo con un lenguaje armónico insólito. Siguen tres visiones revolucionarias del Barroco: Locatelli con su virtuosismo desbordante, Gluck con su renovado dramatismo y Monteverdi con su teatralidad emocional. Todos ellos rompieron barreras, expandieron los lenguajes musicales de su época y abrieron sendas nuevas.

La Primera Sinfonía de Beethoven cierra este recorrido y abre una ventana al Siglo XIX desde su trasgresor acorde disonante del principio de la obra. Aunque enraizada en las formas clásicas, su energía, su empuje rítmico y su vitalidad anuncian ya un espíritu libre que cambiaría para siempre la historia de la música.