Paul Lewis

Auditorio de Tenerife programa, dentro de sus conciertos de piano, el último dedicado a  la integral de Sonatas de Schubert a cargo del pianista Paul Lewis.

Las sonatas para piano completas de Schubert nos llevan en un viaje único y desgarrador a través de los últimos 12 años de su vida. Desde el encantador lirismo de las primeras sonatas hasta la trascendente creatividad de las últimas obras maestras, pasando por los angustiosos momentos de desesperación cuando su salud empezó a declinar.

Las sonatas de Schubert expresan con franqueza y sinceridad algunos de los elementos más fundamentales de la experiencia humana: el anhelo, el consuelo, la desesperación, la alegría, la pérdida, la nostalgia y la esperanza. En nuestro tiempo, su música es tan esencial y conmovedora como siempre.

La sonata número 19, en do menor, abre la trilogía que Schubert compuso apenas dos meses antes de su muerte y que quiso dedicar a Hummel. De gran envergadura, era consciente de que había tomado el relevo a Beethoven, muerto un año antes. Estas tres sonatas se complementan entre sí. Cargadas de un lirismo íntimo propio del compositor, especialmente en sus movimientos lentos, la D958 es la más agitada y apasionada de las tres, con un primer movimiento de una potencia titánica que contrasta con la calma casi mística de su adagio. La sonata en la mayor D959, por el contrario, parece describir de una forma biográfica las circunstancias del compositor, trasladando una paz bucólica y sobrehumana que en ocasiones se transforma en dramatismo y desesperación. De grandes proporciones, su segundo movimiento es sin duda el más conmovedor, con una melancólica barcarola donde el compositor parece despedirse, en absoluta calma, de este mundo terrenal. Por último, la sonata D960 en si bemol mayor resulta la más tímida de todas. De infinita serenidad y llena de contrastes, muestra una obra de gran madurez y expansión compositiva con la que cerró para siempre el catálogo de creaciones para piano.